Mont Saint Michel
Una roca-isla en la desembocadura del río Couesnon, junto a la costa que separa Bretaña de Normandía. Los celtas lo tenían claro: era un lugar sagrado que debía ser ensalzado. Siglos después, los cristianos también percibieron el ambiente místico de este emplazamiento. En el año 708 san Auberto, el obispo de Avranches, decide honrar al arcángel San Miguel. Y para ello escoge esta peña sagrada, conocida por aquel entonces como Monte Tombe. Comienza así la construcción de la abadía del Mont-Saint-Michel, que año tras año figura entre los tres monumentos más visitados de Francia. ¿Queréis saber las razones?
El monumento alberga una destacada arquitectura románica combinada con trazos góticos. Esta mezcla de estilos se puede apreciar en la iglesia abacial del monumento.
Además de la iglesia, la abadía acoge un segundo conjunto monumental que también está incluido en vuestra entrada: la “Marvelle”, la zona en la que vivían antiguamente los monjes. En esta parte se hallan, entre otros, los edificios monacales mandados construir por el abad Robert de Torigni, el claustro y el refectorio (la sala en la que comían los monjes).
Os recomendamos también bajar hasta las dependencias inferiores, donde se encuentra la capilla de San Martín. Si habéis leído la novela La promesa del ángel… Será mejor no desvelar nada. Así os causará mucha más impresión.
Según la hora en la que visitéis el monumento, podréis asistir también a una de las misas periódicas que suelen celebrarse para los peregrinos dentro de la iglesia abacial.
La roca se convierte en isla cuando suben las mareas.
Solicitud de Información
Llene este formulario para recibir información de su viaje de preferencia y muy pronto nos comunicaremos con usted.