Pocas ciudades poseen el encanto de Roma. Su pasado legendario, espejo de la grandeza del Imperio romano, convirtió a esta urbe en la capital del mundo, y también en el corazón de la Iglesia católica. No dejes de visitar esta ciudad única, rodeada de olivos, pinos y cipreses, repleta de monumentos y de vida, al estilo más mediterráneo.

Roma sorprende al viajero por su grandeza monumental, por sus pintorescas plazas, por el animado ambiente de sus calles, por sus fuentes monumentales y afamadas cúpulas. En Roma todo es arte. En esta cosmopolita urbe conviven la grandeza y la más hermosa decadencia; las reliquias de un pasado grandioso con soberbios destellos de modernidad. Roma es un museo viviente, una ciudad mágica llena de luz y matices que merece la pena ser descubierta sin excesivas prisas.

Haz las maletas y prepárate para sumergirte en su historia milenaria. Los fastos de los emperadores romanos y del Imperio papal han dejado en esta ciudad una huella indeleble. En 1870 Roma fue proclamada como capital de Italia. Desde entonces, agasaja al turista con sus valiosos tesoros y con un patrimonio histórico y cultural único.

Descubre el histórico Panteón, las impresionantes ruinas del Coliseo, el elegante Castel Sant’Angelo, la popular piazza Navona, la cinematográfica Fontana di Trevi, la bella escalinata de piazza di Spagna o la legendaria Villa Borghese. Pasear por el Foro romano es regresar al pasado y descubrir una civilización que conquistó el “Mare Nostrum”. Y sin olvidarnos de la grandeza de la piazza y Basílica de San Pedro, de los magníficos museos y la incomparable Capilla Sixtina, en el Vaticano. Déjate sorprender por esta ciudad de excelente gastronomía y estilo de vida mediterráneo.