Nueva York

Descubriendo la capital del mundo

Nueva York es una ciudad que cautiva al viajero incluso antes de conocerla. La información constante que nos llega sobre la metrópoli más importante de Estados Unidos suele despertar en nosotros las ganas de conocer el lugar. Cuando por fin lo conseguimos, descubrimos que nuestras fantasías más arraigadas se quedaban cortas. ¡La ciudad lo tiene todo! Podremos gozar de una impresionante arquitectura, la cultura urbana más animada, un ambiente de negocios trepidante, las mejores zonas verdes metropolitanas, etc. En definitiva, ¡disfrutaremos de una vida de película!

El viaje de nuestras vidas

En la Gran Manzana nos sentiremos como si estuviéramos en medio de un decorado de cine, a cada paso nos encontramos con impresionantes escenas evocadoras dignas de un verdadero film americano. Ya hemos estado ahí, al menos eso nos parece porque cada esquina la hemos memorizado subconscientemente miles de veces en el cine. Pero la belleza de la ciudad supera con creces la ficción. Pasear entre los rascacielos de Manhattan, visitar el museo MoMa, fotografiar la Estatua de la Libertad, tomarnos un hot dog callejero en una esquina de la Quinta Avenida o subir al Empire State Building serán experiencias que jamás olvidaremos.

 

Por fin tenemos la posibilidad de realizar el viaje que siempre hemos soñado. Nueva York es uno de los destinos más atrayentes para todo tipo de turistas. El sinfín de posibilidades que ofrece la ciudad la convierte en un lugar muy codiciado para los viajeros, la mayoría de los cuales no quiere perderse la oportunidad de conocerla. Si somos ávidos viajantes, en la metrópoli apodada la Gran Manzana, encontraremos atractivos que no pueden verse en otros lugares del planeta: el continuo ir y venir de gentes bajo los luminosos anuncios de Times Square, los taxis amarillos más peliculeros, acudir a una misa de góspel, los más impresionantes monumentos y unos rascacielos que conforman un skyline único que se nos quedará grabado en la retina para siempre. Si por el contrario somos de los que sólo viajan en contadas ocasiones y en lugares muy especiales, Nueva York es un destino que no puede pasarnos por alto. Ver de cerca la emblemática Estatua de la Libertad, acudir a un musical en el mismo Broadway o hacer un picnic en Central Park se convertirán en los recuerdos más añorados de nuestro viaje.

Con más de 8 millones de habitantes, la ciudad se ha convertido en un centro económico mundial, y, aunque no es la capital de Estados Unidos, ni siquiera lo es del Estado de Nueva York (la capital es Albany), sí que se considera el punto internacional más importante a nivel político. A su vez, también marca las tendencias en moda, cultura, y otras muchas facetas, que son seguidas al pie de la letra en todo el mundo. Su historia es, asimismo, singular, y la migración que ha llegado a esta ciudad en distintas épocas lo ha hecho empujada por el sueño americano y el deseo de poder tener las mismas oportunidades que cualquier otra persona para prosperar en la vida y alcanzar un estatus de bienestar, incluso de éxito. Hoy en día sigue cobijando gente de muy diversas nacionalidades que la hacen una ciudad multicultural y la convierten en la urbe cosmopolita por excelencia.

Recorriendo la ciudad de los rascacielos

Los más destacados de New York City

Uno de los centros urbanos más vibrantes de todo el mundo acoge en sus calles, parques y edificios las historias pasadas y presentes más internacionales y globales. Se dice que Nueva York nunca duerme, es por eso que ofrece entretenimiento al viajero durante las 24 horas del día.

Al imaginarnos caminando por la más poblada ciudad de Estados Unidos podemos vernos recorriendo sus bulliciosas calles llenas de los característicos taxis amarillos cruzándose por doquier.

Ningún viajero quiere perderse recorrer la Quinta Avenida de Nueva York, puede que la calle más archiconocida de todo el planeta, o fotografiar la imponente e icónica Estatua de la Libertad. Cuando se avecina el atardecer es casi de obligada visita subir a uno de los miradores del Empire State Building, y, una vez nos come la noche, Broadway nos espera con sus luces y espectáculos para todos los gustos. Estos emblemáticos enclaves nos harán sentir como los auténticos protagonistas de nuestras películas favoritas, en las cuales seguramente han tenido una gran importancia para la trama los lugares que vamos a visitar. Es imposible no sentirse una estrella de Hollywood al pasear por la Gran Manzana, evocar los sentimientos que nos ha hecho vivir esta ciudad cuando estábamos sentados en nuestro sofá será, ahora, un hecho del cual no podremos desligarnos a lo largo de todo el viaje.


Quinta Avenida

Esta importante avenida ha ido transformándose hasta llegar a ser la calle más conocida de toda la metrópoli. En cualquier viaje a Nueva York se visitan puntos que se encuentran repartidos a lo largo de esta arteria, que conecta el norte con el sur de Manhattan. Si somos aficionados a las compras este es el lugar ideal para no dejar pasar la oportunidad de salir cargados con bolsas de las diferentes marcas instaladas en la inmensa calle. Aquí los alquileres de los locales son de los más elevados de todo el mundo, por eso encontraremos una larga retahíla de productos exclusivos, tanto de ropa como tecnología. Si nuestro presupuesto es ajustado también podremos adquirir aquí los más preciados recuerdos de la ciudad, ya que hay una zona de la avenida dedicada a la venta de souvenirs para todo tipo de viajantes.

Estatua de la Libertad

Esta estatua internacionalmente conocida se ha erigido como el máximo representante de la ciudad. Simboliza la libertad iluminando el mundo y fue un regalo de Francia al gobierno de Estados Unidos para conmemorar el centenario de la independencia estadounidense. Su ubicación en una pequeña isla al sur de Manhattan no impide que sea uno de los puntos más visitados y fotografiados de este inmenso país, sino que hace que sea aún más romántica la experiencia. La estatua mide 46 metros, si contamos su base se convierte en un monumento de 93 metros. Es posible acceder al mirador situado en la corona de la estatua aunque las entradas suelen agotarse con meses de antelación, ya que son muy pocos los tickets diarios que se ponen a la venta. Es, entonces, recomendable comprar con tiempo los pases si planeamos admirar las vistas desde lo alto de este emblemático monumento neoyorquino.

Empire State Building

El rascacielos más emblemático de la ciudad de Nueva York ha acogido durante su historia más de 100 millones de visitantes que han subido hasta alguno de sus dos miradores. Con un total de 443 metros, el Empire State es el segundo edificio más alto de la ciudad, y cuenta con un total de 102 pisos, la mayoría dedicados a oficinas. Recorriendo Manhattan, esta construcción será nuestro punto de referencia en todo momento, ya que al levantar la vista hacia el cielo nos toparemos la inmensa mayoría de veces con la silueta del Empire State. Además de servirnos a modo de indicador de nuestra situación geográfica dentro de la Gran Manzana, también podemos subir a sus miradores del piso 86 o 102, desde donde será posible admirar la inmensidad de la belleza de los rascacielos de Nueva York. Una buena opción puede ser realizar esta visita al atardecer, cuando los colores de la ciudad se envuelven en el rojizo cielo que acoge la puesta de sol. Es recomendable también, como en la mayoría de lugares de la ciudad, reservar las entradas con antelación para evitar colas y asegurarnos la entrada el recinto el día deseado.

Broadway

Otra de las calles más importantes de la ciudad es la conocida Meca de la cultura teatral. Broadway se extiende a lo largo de Manhattan y es el lugar que acoge los teatros de musicales más importantes de la metrópoli, que marcan las tendencias de esta disciplina a nivel mundial. Aunque los teatros más importantes son el West End Theatre y el Broadway (nombre propio del teatro), son más de 40 los que forman parte del círculo de Broadway. Es indispensable en todo viaje a Nueva York dejarse llevar por la marea de gente que transita esta gran avenida y observar los coloridos carteles que anuncian los espectáculos que se encuentran en cartelera. Cabe destacar que en el punto donde esta calle se cruza con la Séptima Avenida se crea la conocida plaza de Times Square, donde los rótulos luminosos no cesan en su empeño de anunciar a los transeúntes las diferentes marcas que pueden permitirse publicitarse en este exclusivo lugar del mundo.

Barrios con carácter

Times Square

Este transitado cruce de calles se ha vuelto el símbolo más representativo de la Nueva York más comercial. En la intersección de la Séptima Avenida y Broadway se alzan las imponentes pantallas más codiciadas por los publicistas para anunciar sus marcas. La gente se amontona en este punto de la ciudad y el tráfico no para durante las 24 horas del día. Aunque este es el punto más concurrido, por el que transitan aproximadamente 330.00 personas al día, la influencia de Times Square se extiende por varias manzanas, conformando así uno de los barrios más occidentales de la zona comercial central de Manhattan. Además, se han establecido varias empresas en los singulares edificios de esta barriada, por lo que se ha convertido también en un importante distrito financiero. El ambiente de Broadway también se entremezcla con la vida del lugar dándole así mucha más visibilidad a este cruce de calles al que algunos le dan el título de ‘Centro del Mundo’.

Queens

Este distrito es uno de los más amplios y diversos de Nueva York, está formado por varios barrios con su propio carácter único, y los expertos apuntan que se está convirtiendo en el nuevo Brooklyn en cuanto a su nivel cultural se refiere. Es un conglomerado muy diverso étnicamente donde se pueden llegar a escuchar más de 130 lenguas diferentes y el más poblado de Nueva York. Aparte de pasear por sus barriadas más singulares, los viajeros que se acerquen hasta aquí no pueden perderse la casa de Louis Armstrong, el lugar ideal para aprender sobre la historia del jazz en el lugar donde vivió y murió Armstrong, su máximo exponente. El distrito de Queens, además, tiene la playa urbana más larga de todo el país, y será de destino obligado para todos aquellos amantes del surf o para los que quieren relajarse paseando frente el Atlántico.

West Village y Greenwich Village

Estos pequeños barrios de Manhattan poseen un gran encanto, y son muchos los que se acercan hasta aquí para descubrirlos impulsados, sobre todo, por dos de las series más famosas internacionalmente que tienen aquí dos edificios representativos. Estamos hablando del lugar donde se rodaban los exteriores del apartamento de Carrie Bradshaw (en el 66 de Perry Street), de la serie Sexo en Nueva York, y del mítico apartamento de Friends (90 Bedford Street), aunque el resto de la serie se rodaba en un plató. Una vez en este coqueto barrio, los visitantes no pueden irse sin pasear por las callejuelas y convertirse en espectadores de un partido de básquet en una auténtica cancha exterior. Si somos golosos nuestra parada será en Molly’s Cupcake o Magnolia Backery.

Harlem

Este es el barrio de los Brownstones, las míticas casas ladrilladas de tono marronoso con entradas elevadas sobre varios escalones. Así que un buen paseo a pie por esta zona será casi obligado para conocer el lugar. Si nos apetece comer podemos hacer una parada en uno de los muchos restaurantes y cafés que han popularizado el brunch, esta comida a media mañana, entre el desayuno y el almuerzo, que aquí suelen combinar con la salida de la misa, después de una buena ración de música góspel. Siguiendo nuestro recorrido musical, no podremos dejar de escuchar un buen concierto de jazz en el mítico Cotton Club. En este barrio tan dedicado a la música también se encuentra el teatro Apollo, máximo exponente de la música afroamericana. Una opción para conocerlo es hacer una visita guiada por su interior o vivir el lugar en su estado puro acudiendo a un concierto en directo.

Chelsea

Este barrio desprende cultura por cada uno de sus rincones. Su pasado industrial ha dado pasa a un lugar de gran inspiración para artistas, es el lugar con mayor número de galerías de arte por metro cuadrado de toda Nueva York. Otro lugar que convierte el barrio en un lugar único es su mercado. El Chelsea Market es un amplio mercado gastronómico donde se encuentra comida de todo tipo y de todos los lugares del mundo. Se encuentra situado en una antigua fábrica, donde se inventaron las galletas Oreo, y hoy en día forma parte de uno de los muchos edificios de la ciudad que se han reinventado para dar cabida a nuevas realidades en su interior.

Rockefeller Center

Este complejo de edificios no es denominado barrio como tal, pero sí que forma un área comercial de gran importancia para la ciudad. Impulsado por la familia Rockefeller los edificios que lo componen siguen el estilo art déco, y rápidamente fueron ocupados por empresas de gran importancia que han hecho del lugar uno de los símbolos de Nueva York. Hoy en día el complejo está repleto de oficinas, tiendas e incluso estudios de televisión, y ocupa varias manzanas en el Midtown de Manhattan. Su característico rascacielos Comcast Building tiene un famoso mirador llamado Top of the Rock, desde ahí se pueden observar unas preciosas vistas de gran parte la ciudad incluyendo el Empire State Building y Central Park.

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